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2013 El profesor como DJ: remixenado la cultura visual y el arte contemporáneo con la educación


En el año 2010 tuve el placer de venir a Noruega para investigar sobre las posibilidades metodológicas de los países escandinavos en cuanto a la formación de educadores y artistas, proyecto a través del cual conocí a Anne Skaansar directora del Departamento de Educación Artística de la Bergen National Academy of the Arts (KHIB) y artista. Después de nuestro primer encuentro, he venido a Bergen en 2011 y 2012 como profesora invitada dentro del Curso de Formación para Profesores de Secundaria que Anne coordina.

Como todos sabemos, los países escandinavos y especialmente Finlandia  tienen una larga tradición en innovación pedagógica y una preocupación profunda a nivel social y político por estos temas, tradición y preocupación que quedaron patentes en la investigación que realicé y mediante la que descubrí un sistema sin profesores (los estudiantes tienen tutores o coachers), sin asignaturas (se trabaja por proyectos), sin horarios ni lugares geográficos cerrados ni concretos (educación expandida) y con un tipo de evaluación basada en las visitas de examinadores externos (la mayoría de ellos profesionales de reconocido prestigio a nivel tanto nacional como internacional) quienes establecían un Apto o un No Apto tras varias horas de conversación con el estudiante/a. Un sistema rEDUvolucionario, completamente diferente al que se utiliza en la facultad a la que pertenezco, con elevadas dosis de libertad y de responsabilidad pero donde, una vez más, las cuestiones relacionadas con la pedagogía y las actividades que el departamento de Educación desarrollaban, se encontraban en un segundo plano. Una vez más me encontré con la realidad de que en las instituciones que se dedican a la enseñanza superior de las artes visuales (y en las que la mayoría de los estudiantes acaban siendo profesores), la palabra EDUCACIÓN da grima y la posibilidad de ser profesor se asocia con lo infantil, la ausencia de conocimiento y el aburrimiento. Es decir, se asocia con el fracaso.
En las dos ocasiones anteriores, el seminario que diseñé junto con Clara Megías y Lucía Sánchez (miembras ambas del colectivo Pedagogías Invisibles) tenía como foco principal la Idea de equiparar en vez de enfrentar las figuras del profesor y la del artista analizando las múltiples similitudes del trabajo de ambos y poniendo encima de la mesa que tanto un profesor como un artista necesitan conocimiento, creatividad y proceso para desarrollar sus prácticas.
Este año, tras varias sesiones entre Clara y yo y conversaciones con Anne y Jannecke Knudsen, profesora del programa y artista también, decidimos girar el foco y desarrollar el seminario partiendo de cómo funciona la creatividad del profesor del siglo XXI  quien, no solo la ejercita creando lo que podemos llamar conocimiento nuevo sino que la ejercita a través de la selección de los temas y de las imágenes que selecciona para implementar sus clases, de la misma manera que hacen los comisarios y los artistas. De la idea del profesor-reproductor tenemos que emigrar  a la del profesor-creador entendiendo como autoría la forma, la manera, el discurso que producimos al organizar la información de una manera y no de otra.
Considerarnos como autores pasa por preguntarnos qué significa tal cosa en el siglo XXI, en un mundo hipertecnificado y donde la figura de experto se ha visto completamente modificada, por lo que ser autor es algo muy diferente a lo que entendemos como tal en el siglo XIX y puede ser parecido a lo que Borriaud nos dice que es un artista visual:

“Para ellos (los artistas actuales) no se trata ya de elaborar una forma a partir de un material en bruto, sino de trabajar con objetos que ya están circulando en el mercado cultural…Las nociones de originalidad (estar en el origen de) e incluso de creación (hacer a partir de nada) se difuminan así lentamente en este nuevo paisaje cultural formado por las figuras gemelas del DJ y del programador, que tienen ambos la tarea de seleccionar objetos culturales e insertarlos dentro de contextos definidos”  (2009: 7-8)

Borriaud es uno de los teóricos más interesantes que podemos encontrar en la actualidad con respecto a la reflexión sobre los roles del artista y del arte contemporáneo. Comisario y crítico de arte, sus dos libros Estética relacional (2008) y Postproducción (2009) pueden entenderse como ensayos sobre arte contemporáneo o….. como ensayos íntimamente relacionados con la pedagogía. Según Borriaud, en el siglo XXI el término autor (ya seamos músicos, cocineros o profesores) cobra un nuevo sentido: creamos a partir de las ideas de otros. La idea de producir el conocimiento de manera rizomática, planteada por los filósofos franceses Deleuze y Guattari defiende que copiar es re-generar, de tal manera que un DJ cuando pincha en la discoteca genera un discurso personal al ordenar de determinada manera la música de los demás. En Postproducción, Bourriaud defiende la teoría del artista como DJ, un creador que trabaja con lo creado por que:

 “Todas estas prácticas artísticas….tienen en común el hecho de recurrir a formas ya producidas. Atestiguan una voluntad de inscribir la obra de arte en el interior de una red de signos y de significaciones, en lugar de considerarla como una forma autónoma u original” (2009:13)

Al leer todas estas reflexiones e ideas, los paralelismos con el trabajo del profesor resultan inmediatos; podemos simplemente intercambiar los términos artista por profesor y, de repente, todo cobra sentido:

“Todas estas prácticas pedagógicas ….tienen en común el hecho de recurrir a formas ya producidas. Atestiguan una voluntad de inscribir el currículum en el interior de una red de signos y de significaciones, en lugar de considerarlo como una forma autónoma u original”

Borriaud lo tiene claro, en el momento que vivimos resulta impensable crear algo desde la nada, una idea que entra en conexión directa con la de rizoma. Cuando creamos partimos siempre de algo anterior de manera que abrimos la re-conexión y la creación genuina deja de tener sentido. Quizá esta idea de reprogramar sea nueva para los artistas actuales pero, si lo analizamos bien, es una labor que hemos hecho siempre los profesores, por que el contenido con el que hemos trabajado ha sido nuevo en contadas ocasiones. Por eso el sustrato sobre el que cimentar la labor docente en el siglo XXI, es el de explicitar nuestro trabajo como remixeadores validando la idea de que remixear es crear en vez de copiar.

Dentro de este contexto, Eskrillex nos  sirvió de escusa para empezar el seminario transformando el espacio en una sala de dubstep donde cada participante tuvo que rebautizarse como DJ. Después, trabajamos con nuestra primera Play List: WHY and WHERE. Para analizar WHY nos servimos de la rEDUvolution y para ver WHERE analizamos las pedagogías invisibles de las carteras de los participantes, explicitando como los tickets de compra, las fotos y las tarjetas de crédito nos dan mucha información cuando sabemos captarla.
Al día siguiente le toco el turno al WHAT and HOW. En WHAT trabajamos sobre las meta y micronarrativas y, para visualizar en la práctica las múltiples formas de mezclarlas, creamos por parejas diferentes sistemas de organización de las diez piezas de arte contemporáneo de las que nos apropiamos. Por la tarde, Clara finalizó el HOW mostrando proyectos que utilizan la remezcla de diferentes formas.
Remezclar, regenerar, continuar el rizoma entendiendo nuestra práctica profesoral como una forma de crear a partir de. Seamos comisarios, artistas o DJ, todos copiamos, entendiendo por copiar crear conocimiento desde los demás, desde el afuera.  




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