Confirmada mi participación en Educared en la mesa Visiones disruptivas de la educación, la organización me pidió enviar un vídeo con el que trabajar en la parte online del congreso. Para su realización, contamos con la colaboración de Jaume y Marc Arderiú a quienes debo de agradecer el esfuerzo de leventarse temprano y su paciencia. Para todos fue increíble comprobar la de trabajo que lleva editar 5 minutos de vídeo.
Después del momento de producción, Clara y yo hicimos una sesión de tormenta de ideas y nos tiramos por los suelos para diseñar el itenerario del seminario que, junto con Marta García y Lucía Sánchez, impartiremos en Bergen los días 12, 13 y 14 de Septiembre. Bajo el título Why artist don´t want to be teachers?, debatiremos sobre la necesidad de contemplar el trabajo del artista en paralelo con el del profesor y demandar las construcciones de este último como producciones culturales a través de tres perfomances pedagógico artísticas en las que utilizaremos globos, platos de plástico y cebollas.
Para terminar, le dimos un repaso a su Tesis y decidimos hacer una Antitesis dividida en tres versiones: una versión para el tribunal, una segunda versión para ella misma y una última que sería su verdadera contribución a la educación artística y que, con el tiempo, se convertiría en un libro escrito mediante el realismo mágico. Recomendamos por lo tanto bañarse, tirarse por los suelos y comer ajoblanco para trabajar mejor: para llegar a la Antitesis hay que hacer lo contrario a lo que nos dicen que hay que hacer.
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