Ayer sábado 3 de Marzo el
grupo de familias que organizamos los TIF
(Talleres Inesperados en Familia) decidimos pasar la tarde en el espacio que #Pedagogías Invisibles utiliza en El Ranchito (MataderoMadrid). Para
diseñar el taller, decidimos aprovechar el resto de proyectos expuestos y explicar la realidad de que hoy muchos
artistas trabajan en grupo y que la
producción colectiva es el paradigma de la creación contemporánea. Una vez clarificada la
idea o concepto, utilizamos nuestra creatividad para crear el guión que
articularía las dos horas de duración del taller:
1.
Primero
quisimos experimentar El Ranchito: recorriendo el espacio y viendo cómo trabajan hoy los artistas
2.
Luego habría
que explicar el concepto COLECTIVO:
grupo de personas con intereses comunes
4.
Cada colectivo
tendría que buscar un nombre que representase
la idea que subyacía en la agrupación
5.
Realizar
un micropreyecto
6.
Defenderlo públicamente
7.
Exponerlo
Tras el diseño y sin
ninguna idea clara de cómo se desarrollarían los microproyectos (los TIF son en
este sentido inesperados), ejecutamos la acción. Tras descubrir en movimiento,
saltando y corriendo, el maravilloso espacio de creación y exposición (este es
uno de los pocos sitios en Madrid donde los niños son bienvenidos) nos sentamos
en el suelo y cada participante escribió en un post-it 5 o 6 cosas que le
gustaban. El momento de leerlas en alto fue genial: se escribieron deseos
como la Wii, los petardos, el Señor de
los Anillos y las omnipresentes princesas pero también salió mi familia, copiar o leer y escribir.
Entonces nos agrupamos por afinidades y se crearon tres colectivos: Los Petardez, Princesas y Reinas y Golum
Princesas y Reinas se envolvieron a si mismas en una manta-envoltorio
(como las verdaderas princesas que son solo superficiales) encontrada al azar, que
por un lado era azul (el mar) y por otro era blanca (la nieve). Puro arte relacional.
Y, para terminar, en el
colectivo Golum estaban realmente
preocupadas por el tema de la gestión del poder en El señor de los Anillos de
manera que crearon una figura crucial en el trama de la de la película a partir
de la cual se tocó el tema de lo monstruoso.
Cada colectivo, tras la
producción del proyecto, expuso públicamente los resultados en un acto con
aplauso final. De toda la experiencia que
tuvimos, podemos obtener muchas conclusiones y nuevas ideas entre las cuales me
gustaría destacar la idea de que diseñar un taller o una clase o cualquier acto
educativo, es como diseñar una película. Los profesores somos productores culturales y, aunque las pedagogías
más obsoletas traten de que nos veamos a nosotros como técnicos reproductores en vez de como creadores innovadores, creo sinceramente que la rEDUvolution hay que hacerla para
cambiar nociones caducas sobre el profesorado y que los demás y nosotros mismos defendamos la
creatividad como parte medular de nuestro trabajo.
4 comentarios:
Completamente de acuerdo. El acto de dar clase es como el de pintar un cuadro, diseñar una casa. En su planteamineto intervienen mecanismos similares. Estar alerta, pensar, investigar, probar, dudar, rehacer, empezar, romper, copiar, cantar, equivocarse, triunfar... Es lo que nos mantiene realmente vivos ¿o no?
SANTIAGO
¿Paz lleva unas bragas en la cabeza?
Trabajo muy lejos de Uds. pero estoy muy cerca en cuanto al enfoque que llevan adelante. Hacen una practica docente que está viva. Gracias por compartir las experiencias...
Me ha encantado vuestra experiencia. Besitos creativos.
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