«A menudo incluso los estafadores
no son ni mucho menos conscientes de serlo; a menudo se estafa con la más
beatífica voluntad en numerosos ámbitos por los que discurre nuestra vida: en
la familia, en el colegio, en la
iglesia, en el trabajo, en el sindicato, en los media… Porque estafar significa
decidir por los demás, esconder la diversidad de opciones de que se dispone»
Joan Fontcuberta. El beso de Judas
El pasado sábado 14 de
Diciembre uno de mis sueños como educadora se hizo realidad: compartir apenas tres
horas de mi vida con Joan Fontcuberta, mano
a mano, de tú a tú, tan enfrente y tan tangible que quedaba claro que, quizás solo
en este caso, Fontcuberta no era una representación visual, sino una realidad de
carne y hueso. La primera sesión de la Escuela
de Educación Disruptiva no pudo empezar mejor, porque invitar a un artista
para hablar de pedagogía es un acto brusco, rompedor e inusual, y al mismo
tiempo necesario, porque hoy es el día en el que debemos darnos cuenta de
que la pedagogía es una ciencia demasiado cerrada en si misma, demasiado opaca, por lo que es el momento de engarzarla con otros saberes tan mestizos y tan
poco científicos como la fotografía,
la ópera o la relatoría gráfica.
Alicia Carabias |
Tras la presentación
general a cargo de la responsable de la escuela en Fundación Telefónica, Alicia Carabias y mi explicación de
cómo y por qué esta escuela es necesaria (lo que podréis ver de nuevo en breve
en la web de la #EED). Defendí cómo nuestra preocupación principal consiste en
visualizar la necesidad de llevar la
#rEDUvolution a la práctica tanto desde el contenido como desde el formato,
por lo que pasé a presentar a Carla
Boserman experta en la creación de #relatogramas quien explicó a los
asistentes qué hacer con el maravilloso kit que nos habían
entregado: teníamos que activar la mirada y desplegar estrategias para
iniciarse en el mundo de la documentación y relatoría gráfica a través del
dibujo de manera participativa.
Joan
empezó a contarnos su evolución biográfica y cómo desde la publicidad emigró a
las artes visuales hasta configurar su misión actual como francotirador y como expendedor
de vacunas para que el espectador se replantee sus relaciones con los mensajes
que nos llegan a través del lenguaje visual. Citó a Bill Gates (quien
recientemente ha dicho algo así como que quien quiera controlar los espíritus
que controle las imágenes) evidenciando la ya perversa importancia de lo visual
en un mundo en el que tenemos tantas
fotos que no tenemos tiempo de mirarlas. Explicó varios de sus últimos
proyectos y su constatación de que hoy la fotografía se utiliza no para
representar la realidad sino para inscribirse
en el suceso, para dejar una marca
biográfica.
Joan Fontcuberta |
Cada palabra, cada término
que Joan emitía yo me lo llevaba a la pedagogía de manera que las relaciones
entre fotografía y verdad las
transformaba en las relaciones entre pedagogía
y verdad y al desmitificar la fotografía como documento y posicionarla como ficción, yo no paraba de pensar en que exactamente lo mismo ocurre en la
pedagogía y que si reconocemos el inconsciente como parte inherente del
proceso de aprendizaje debemos de aceptar que, como profesores, producimos verdades
provisionales o verdades subjetivas.
Tras las diferencias entre
pedagogía y verdad debatimos sobre la necesidad
de sospechar, la necesidad de ahondar
en las pedagogías invisibles, no solo de las imágenes (que por supuesto), sino de
los actos pedagógicos y visibilizar como meta principal de una educación disruptiva el desarrollo del hábito de sospecha ante
lo que pretenden enseñarnos (si somos estudiantes) y lo que enseñamos (si somos
profesores) en la misma línea que Fontcuberta recomienda sospechar de la
fotografía. Del artista como estafador emigramos a la idea del profesor como estafador y conversamos
sobre la urgencia de repensar el
imaginario obsoleto del docente como depositario de la verdad absoluta preguntándonos
por qué todo aquello que se enmarca
dentro de un dispositivo educativo queda inmediatamente considerado como cierto
(conectando este proceso con lo que Roland Barthes en la semiótica denomina efecto realidad) lo que nos llevó a conectar
la falsificación como estrategia
intelectual en la pedagogía. Fue un verdadero placer hacer esta transposición,
remezcla o intercambio y paladear en lo pedagógico términos como falsificar,
mentir, enmascarar, términos que raramente se relacionan con lo educativo pero que están
completamente relacionados con la pedagogía. Tras la conversación con Joan
pasamos al almuerzo, dispositivo de trabajo importantísimo dentro de la #EED porque comer juntos significa hacer
comunidad de manera que el arroz con pasas y el pollo a la mostaza se
convirtió (como veremos en la sesión Comida
para aprender) en un vínculo posibilitador del conocimiento de forma tan
poderosa y certera como cuando estamos sentados en las butacas escuchando y
dibujando.
Pedro Sarmiento |
Por la tarde la ópera ocupó el papel de la
fotografía. Pedro Sarmiento es el coordinador en España del proyecto LOVA (La Ópera como Vehículo de
Aprendizaje), que es en sí mismo un compendio de todas las máximas de la
educación disruptiva, y uno de los pocos ejemplos de la Metodología de Trabajo
por Proyectos en la educación artística mediante el que el profesor o profesora
ceden gran parte de su poder a sus estudiantes al empoderar una clase y
convertirla en una compañía de ópera. Si con Joan el placer consistió en
evidenciar que la fotografía y la pedagogía comparten problemas, con Pedro el placer residió en no
contemplar la #rEDUvolution como posibilidad sino como certeza: 100
compañías de ópera dan fe de que somos muchos los docentes que estamos llevando
a la práctica una educación diferente que a pesar de las trabas que las
instituciones inventan, a pesar de la incredulidad de los compañeros, a pesar de la suspicacia
de algunos padres, del tiempo que tenemos que sacar de lugares imposibles, del
cansancio y del desánimo, no nos dejamos amedrentar por el miedo y
transformamos nuestras prácticas a pesar de todo. LOVA, entre muchas otras
cosas, es uno de los pocos ejemplos visibles (por que invisibles hay muchos) de
cómo otras metodologías de enseñanza son posibles y cómo el aprendizaje de
repente sucede haciendo justo lo contrario de lo que la pedagogía tradicional
recomienda.
Tras el esclarecedor
resumen que Pedro hizo de la evolución histórica del proyecto, empezamos por conectar
el proyecto con el tema de la distribución del
poder ya que LOVA es un pleno
ejercicio de pedagogía democrática
donde las dinámicas se invierten, creando una verdadera comunidad de pares donde
el profesor se vuelve invisible y da la
clase con la boca cerrada. En segundo lugar Pedro nos contó cómo LOVA
consigue emigrar de la clase a la
reunión habitando el aula e invirtiendo los tiempos ansiosos en tiempos
slow mediante un proyecto que se
desarrolla durante los nueve meses del año escolar, reconociendo la urgente
necesidad de darle tiempo al proceso.
Analizados
el poder y el cuerpo, conversamos sobre cómo LOVA definitivamente rompe con la educación bulímica y el
simulacro pedagógico al entender el acto educativo como una experiencia
transformadora en todos los sentidos. Pedro nos explicó cómo todas y cada
una de las necesidades que demanda la Educación Disruptiva (la incorporación de
la sorpresa y lo inesperado, lo audiovisual y las dinámicas de campamento), son recursos pedagógicos que
se utilizan en LOVA dejando claro que aprender
tiene poco que ver con estudiar y que
hacer es mucho más interesante que memorizar. Por último analizamos el espinoso
tema de la evaluación, tomado como ejemplo cómo se resuelve este problema en
LOVA donde la calificación está
descentrada, se lleva a cabo de forma creativa y se transforma en
investigación.
Clara Megías |
Tras la ronda de preguntas
de la tarde, Clara Megías elaboró un
resumen de la jornada, comentando la participación por streaming y a través de Twitter y visualizando cómo desde las 11 de la mañana los
participantes habían registrado visualmente las ideas que creaban tanto
colectiva como individualmente, al tiempo que se comentaban las ventajas e
inconvenientes de estar escuchando y dibujando a la vez.
Carla Boserman |
La fotografía, la ópera y los relatogramas se
fusionaron en una jornada en la que quedaron claras tres cosas: que la pedagogía
debe de hibridarse con otras disciplinas, que la #rEDUvolution ya se está llevando
a la práctica y que la información textual debe completarse con la visual a la
hora de generar archivos. Una escuela como está solo tiene sentido como
detonadora de cambios que hay que ejecutar: miente, empodera y dibuja y el aprendizaje sucederá.
1 comentarios:
Hola María.
Me encanta la idea del profesor estafador y la permeabilidad con la que escribes sobre pedagogía y expresiones artísticas.
Gracias por tu blog.
Un saludo "fan".
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