El pasado martes 27 de septiembre tuvo lugar un peculiar no-encuentro entre el equipo educativo del Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), Alejandro Piscitelli, Pedagogías Invisibles y yo. Fue un no-encuentro por que mientras que los dos primeros grupos de personas se encontraban en Medellín (Colombia) Los segundos nos encontrábamos en Intermediae (Matadero) Madrid. El anfitrión de todos nosotros era Jorge Barco a quien conocí este mes de Mayo invitada por Carlos Soto y el Museo de Antioquia y quien ha decidido posicionar el trabajo pedagógico del museo en que trabaja desde el marco del Edupunk de manera que diseñó este evento como un sistema de formación interna para la Escuela de Mediadores del museo a la vez de como de conferencia externa.
En el comienzo de la desconferencia tuve el
placer de hablar sobre por qué considero que el edupunk es una metodología
adecuada como base sobre la que operar en los centros de arte. Hablé sobre el
tema del POSMUSEO y cómo es necesario repensar los procesos
pedagógicos puesto que también en las instituciones culturales las metodologías
didácticas están obsoletas.
Tras mi charla, diferentes miembros de Pedagogías Invisibles hablaron de cómo
es posible llevar el edupunk a la práctica. David Lanau se centró en el trabajo de investigación que está
realizando para transformar la obsolescencia de la visita guiada en la Fundación
Juan March, Andrea de Pascual
propuso revisar las visitas en familia con una serie de talleres realizados en
el Matadero, Eva
Morales y Lucía Sánchez explicaron como han logrado montar una audioguía
para adolescentes HECHA POR ADOLESCENTES en el museo Thyssen y Clara Megías contó
como los museos deben de salir de si
mismos proponiendo como ejemplo el MUPAI (Museo Pedagógico de Arte Infantil de la UCM). Después de nosotros Mr. Piscitelli estuvo impecable explicando los orígenes y bases del EDUPUNK.
Alejandro, Pedagogías Invisibles y yo demostramos que utilizado el arte contemporáneo como formato, el cuerpo de los participantes como soporte, saliendo del recinto habitual donde se hace lo didáctico y prolongándolo al resto del recinto disponible, rompiendo la homogeneidad del público, prescindiendo del mobiliario tradicional y tirando a la gente por el suelo, rompiendo el espacio educador/visitante (utilizado los abrazos como forma de medida por ejemplo) y lo más importante, sin hacer manualidades, es posible una PEDAGOGÍA DISRUPTIVA EN LOS MUSEOS QUE CONSIGUE CONECTAR CON LOS PÚBLICOS Y HACER QUE CREZCA EL APRENDIZAJE.
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