24 Del suspenso al suspense
(11/03/2013)
El
día ha amanecido soleado en Waterville (casi me sale Springfield, por que será)
con una temperatura que nos parece suave (7 grados) y pájaros que
cantan...¿Será esto el principio de la primavera? A las 9.30 de la mañana ha
aparecido Andrés en mi despacho y hemos estado releyendo juntos el resumen que
hice de su entrevista y ha sido muy interesante comprobar como funciona el
mecanismo de la conversación narrativa
ya que lo que hemos estado revisando es la
representación que yo he creado a partir de mis recuerdos de lo que
comentamos juntos, una descripción de los hechos totalmente diferente del
método tradicional de entrevista en el que se transcriben a texto las palabras
del entrevistado.
25 Grafitis,
homosexualidad y atletas (12/03/2013)
Estoy
en la biblioteca/starbucks donde he
quedado con Felipe a las 9 de la mañana. Felipe el año pasado hizo un trabajo
sobre los grafitis que los estudiantes perpetran en las paredes de las mesas de
madera del sótano de la biblioteca principal. Los grafitis son obscenos, hacen
muchas referencias a los genitales de ambos sexos pero siempre utilizando lo
femenino como peyorativo. Felipe estableció cinco categorías con respecto a
estos grafitis:
1.
Illustrating/promoting sex
2.
Crude humor
3.
Self-masculinization
4.
Homophobia
5.
Emasculation
En
su análisis se da cuenta de que los grafitis son una conversación entre
diferentes varones que pertenecen un determinada agrupación deportiva y que
recrean mediante estos comentarios la idea de MACHO, se da cuenta de que es una
manera de asentar veladamente la cultura hegemónica del campus:
masculina, heterosexual, blanca, delgada, deportista, de Nueva Inglaterra. ¿Es este es
el alumno ideal? A través de los grafiti se vuelve explícito lo que está oculto
que, además de esta hegemonía, consiste en la violencia contra las mujeres
consideradas ciudadanas de segunda sobre todo con respecto al tema de los
deportes. De nuevo, lo físico aventaja a lo intelectual aún cuando el slogan de
Colby es LUX MENTIS SCIENCIA. Aquí tenemos otra vez las contradicciones
existentes entre el micromundo: explícito y el mircomundo: oculto
y puede que de aquí emerja la sensación de incomodidad de muchas mujeres del
campus.
26 La importancia de
narrar el pasado (13/03/2013)
Ayer fui aun evento organizado entre un grupo de estudiantes y el Oak Institute ya que este mes es el Mes de la Inmigración. Ocho freshmens (alumnos de primer curso) subieron al escenario y nos hablaron de las experiencias de inmigración que mejor conocen: la de sus padres y, específicamente, la de sus madres. Una peruana, una caboverdiana, tres mexicanos y tres dominicanos narraron en primera persona las desoladoras experiencias de su familia más inmediata recalcando sobre todo el sacrificio desde edades muy tempranas, el trabajo más que duro, el dolor, la presencia continua del miedo a ser deportados, las biografías cargadas de irresponsabilidades por parte de algunos y de miradas al futuro por parte de las madres de todos, unas miradas que les ha permitido ser la primera generación que van al college. Con mucha emoción y de forma desestructurada, cada uno de ellos relató como ser inmigrante ha sido su primera y mas profunda seña identitaria así como las intersecciones entre sus países de origen y los de llegada, el idioma, la comida, que existiese electricidad después de las nueve....Vidas que no forman parte del mundo hegemónico de Colby, vidas que, como las de los trabajadores de Sodexo, las de las limpiadoras y las de cualquier otra minoría, se atrincheran al fondo de las pedagogías invisibles del campus. Unas vidas que ayer se visibilizaron dando fe de que los relatos de los oprimidos son más ricos, más fuertes y más transformadores que los de los opresores y que esta visibilidad deshará más tarde o más temprano, la hegemonía.
La biblioteca del edificio de Artes, Blixter, es un
lugar peculiar con enormes ventanales que dan a un bosque de tal manera que es
un espacio que invita a la contemplación. Allí me he citado esta mañana con una
de las productoras del vídeo Bicentenial (ese que denuncia las injusticias
sociales de este campus). Andrea es una persona muy crítica y con la cabeza muy
bien amueblada que tiene claro que se quiere dedicar a la
rEDUvolution. La entrevista con Andrea ha sido muy interesante, tanto, que en
una hora no hemos salido del primer tema, el tema del poder. De lo primero
que hablamos es del currículum a la carta. Andrea comenta que esto
en su país de origen es imposible y que es algo de lo que está disfrutando
mucho este primer año ya que los estudiantes de Colby no pueden elegir Mayor
hasta el segundo año. En cualquier caso, también comenta el tema de los 10
requerimientos generales pero entendiéndolos como la posibilidad de que la
institución te obligue a hacer algo que tu no has elegido como algo positivo.
Entiende los requisitos como una posibilidad en vez de como un impedimento.
Entre otras muchas cosas también opina que hay una minoría de estudiantes progresistas
frente a una mayoría de estudiantes que vienen aquí a pasar cuatro años de vacaciones. Y por último le he
contado el tema de los grafitis y hemos estado hablando de como existe esa
figura del atleta, blanco, heterosexual, nativo americano y que es la que
privilegia la institución. Este personaje es el que representa la cultura
intrínseca de los jóvenes de Colby y lo que ocurre es que la institución no consigue hacerlos ciudadanos críticos.
29 ¿Puede un
edificio asesinar el conocimiento? (19/03/2013)
Andrea y yo hemos vuelto a encontrarnos para proseguir nuestra conversación y avanzar hasta el tema número dos mediante el que quiero indagar si Colby es un territorio o un no lugar y de nuevo lo hemos hecho en la biblioteca del edificio de Artes mientras la nieve caía sin cesar....Coincidir con gente interesante es una suerte que no se tiene todos los días y la verdad es que Andrea es muy interesante. De entre todas las cosas que hemos estado hablando me han llamado la atención sobre todo una: la idea de que la arquitectura es Colby es una asesina del conocimiento. Me explico.
Llegar
a la conclusión de que la arquitectura en Colby es una asesina del conocimiento
emerge de las apreciaciones de Andrea con respecto a la rectangularidad y los usos del espacio en el campus. Tal como
están dispuestas las mesas, tal como están organizadas las sillas, los
pasillos, las escaleras, los arribas y los abajos, los habitantes entran y salen pero no pueden reunirse, no pueden
conversar, las paredes y el mobiliario no facilitan la interacción de unos
con otros. Los espacios están diseñados para que el profesor hable en la clase
pero para que no haya más conversaciones más allá de las académicas. Una
arquitectura completamente diferente a la que podemos encontrar en los nuevos
espacios pedagógicos que están desarrollando Rosam Bosch u otros
arquitectos como Andrés Jaque, en las que las dimensiones políticas de
los recintos generan conocimiento en vez de asesinarlo.
Hace unos meses oí por primera vez este término que ha vuelto a emerger hoy
en dos ocasiones, primero con la conversación que he finalizado hoy con Andrea y después con la que he iniciado con Charles, probablemente el profesor de
Colby con el que tengo más cosas en común.
La primera vez que ha salido el término ha sido cuando Andrea y yo
estábamos hablando sobre lo que significa pasar del simulacro a la
experiencia y que conlleva (como no podía ser de otra manera) a salir de la
zona de confort en la que todos nos sentimos seguros y autosuficientes para
adentrarnos en la incomodidad. Por qué es allí en las lindes, en las zonas
perturbadoras donde nos hacemos preguntas. La molestia desplaza nuestra
seguridad y nos lleva al extrañamiento, nos lleva a romper lo anodino y a mirar
lo que nos rodea como si lo hiciésemos por primera vez. La inquietud es el
caldo de cultivo para repreguntarnos y preguntarnos, para ir desde la sensación
de malestar que produce la conformidad a la sensación de bienestar que nos
produce la inconformidad, el movimiento, los desplazamientos, el atrevimiento y
los deseos. Según Andrea, pocos son los estudiantes de Colby que desean perder
su zona de confort, una zona de confort creada desde la antesala del privilegio
y la hegemonía.
Exactamente lo mismo piensa Charles, uno de los pocos profesores que están
apoyando el movimiento que quiere transformar Colby en un lugar más democrático
y diverso. Adam me ha contado cosas increíbles como es la existencia de una
serie de hermandades secretas que
dominan el campus y que se mantienen en lo más profundo del lado oculto del
micromundo, así como el caso de violencia sexual que tuvo lugar el año pasado e
y que la administración intentó más que solucionar, invisibilizar. Charles me
ha invitado a reflexionar sobre el hecho de que, a pesar de que el país está pasando
una crisis económica muy profunda y que un montón de familias se han quedado
sin casas y trabajo, las peticiones por entrar en Colby se han multiplicado. Charles
se siente cansado y frustrado por trabajar a contra corriente, lleva ya
demasiado tiempo experimentando solo incomodidad.
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