Tras unos días en los que el paisaje han sido las piedras grisáceas, las pitas y las salpas (una especie de pescado típico de Almería) ha llegado la hora de volver a Madrid. Pero por poco tiempo. El próximo día 10 cogeré un avión rumbo a Bergen donde tendré el placer de desarrollar dos actividades relacionadas con dos de los temas que más me interesan en la actualidad: el giro educativo en los museos de artes visuales y el problema de la antítesis artista/profesor en los docentes de la franja de secundaria.
La primera actividad la he llamado Rethinking museums pedagogy: from the modernist paradigm to the posmuseum y tendrá lugar en el West Norway Museum of Decorative Art www.vk.museum.no. Será el martes y en él trataré del tema de la necesidad de construir el museo como micronarrativa tal como recomienda Griselda Pollock en su reciente libro Encuentros en el museo feminista virtual. Partiendo de la experiencia situada que supuso la visita con mi familia aun taller este pasado invierno, recrearé la necesidad de impulsar otras formas habitar el museo para lograr procesos de autocomprensión alternativos. Y que ni decir tiene que para lograr procesos alternativos son necesarias otras pedagogías.
La segunda actividad será un seminario de tres días que hemos titulado Why artist don´t want to be teachers? y que implementaré con Clara Megías y Lucía Sánchez en la Bergen National Academy of the Arts (KHIB) www.khib.no concretamente dentro del curso de formación para profesorado de secundaria que dirige Anne Skaansar y en el que es la segunda vez que participo como profesora invitada. Nos ha costado mucho diseñar bien este curso por que, una de las cosas en la que queremos convertirlo es en una pieza en un producto cultural. Tras el descubrimiento en Marzo de Piscitelli y de la máxima de que no se puede cambiar el contenido sin cambiar la arquitectura, no podíamos recomendar el uso del arte contemporáneo como un formato pedagógico mediante una clase magistral. Este cambio de paradigma (que documentaremos en breve mediante el proyecto Esto No Es Una Clase), comenzó precisamente el año pasado en Bergen cuando los estudiantes representaron los temas principales a través de la construcción de diferentes instalaciones con sus zapatos, continuó con el evento Edupunk y posuniversidad en el que, entre otras cosas, construimos una alfombra rizomática y se prolongó en Medellín donde también utilizamos los zapatos de la audiencia para romper la arquitectura pedagógica monológica. Así que cada uno de los días, a través de diferentes materiales, crearemos conocimiento visual reivindicando mediante un formato performativo y práctico que tanto los artistas como los profesores somos productores culturales.
1 comentarios:
Que interessante, vem mesmo ao encontro do que eu ando pensando , sobre as maneiras de estar entre arte e pedagogia. cada vez mais acredito que ser professora é uma forma de arte com fins sociais. Quem me dera aprender mais convosco
Teresa Eca
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