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2011 Disruptiendo lo cotidiano (porque no hay nada más subversivo que meterse en un charco ni nada más inusual que trabajar con el arte contemporáneo en la ESO)

Meterse en un charco siempre ha sido algo que a los niños les ha encantado y que en cambio las madres hemos prohibido de manera sistemática. Así que, en nuestro empeño en darles a nuestras hijas una educación disruptiva, en nuestro empeño en reflexionar sobre los procesos de aprendizaje que llevamos a cabo y en nuestro empeño en decidir tras dicha reflexión si es adecuado o no lo que nos dicen que tenemos que hacer para ser “buenos padres”, hemos decidido que había llegado el momento de meterse en el charco.



Lo teníamos fácil porque esta semana no ha parado de llover, así que hemos rellenado una bolsa con materiales cuyo color contrastase con el del barro (esqueletos de erizos de mar, minimonstruos de plástico, pulseras fosforescentes, pinzas de la ropa) y nos hemos ido a dar un paseo.

El propio camino se ha revelado como una fuente inagotable de conocimiento visual, sobre todo cuando Sol se ha dado cuenta del poder de nuestras sombras sobre el asfalto: ante nuestras siluetas hemos vuelto a repensar las diferencias entre la realidad y la representación así como sobre la independencia que nuestras sombras parecían tener con respecto a nosotras, y tanto ha sido esta independencia que nuestras sombras se han puesto a bailar sin que les diésemos permiso……



Cuando por fin hemos encontrado un charco lo suficientemente grande y apetitoso, nos hemos descalzado para construir una ciudad al tiempo que nos empapábamos. A través de los materiales que llevábamos en la bolsa, hemos hilvanado varias historias que ocurrían en la Ciudad de los Charcos: varios animales se han escapado del zoo, unos náufragos han recalado en una isla al tiempo que varios rascacielos crecían sin cesar mientras varios tsunamis asolaban la ciudad….





Todo esto ha ocurrido entre el fin de semana y hoy, pero con anterioridad, otras cosas interesantes han sucedido en relación con la educación artística. La más importante de todas ha sido la creación de un grupo de Facebook desde donde reflexionar sobe los problemas del área de Dibujo o/y de Educación Plástica y Visual en la ESO al que hemos llamado Líneas Paralelas. 




Tageando el aula. Lucía Sánchez

Mis compañeras de Pedagogías Invisibles dedicadas a investigar dentro de este contexto específico y yo, hacía ya tiempo que queríamos dar forma a este proyecto porque los varios miles de profesores que se dedican a las artes y la cultura visual en la ESO están bastante disgregados y no existe una asociación ni ningún otro lugar de encuentro desde donde este colectivo pueda unir sus fuerzas. El día en el que configuramos el grupo ya fueron muchas las adhesiones y el primer tema que propusimos, las razones por las que no se utiliza el arte actual como recurso en la ESO, suscitó 70 comentarios en pocas horas (os pido desde estas líneas que si conocéis a algún profesor o profesora de secundaria de este área de trabajo, le comuniquéis la existencia del grupo).


Sistemas de evaluación performativos en la ESO. Lucía Sánchez

El tema de la educación artística en la ESO es muy importante y está muy olvidado. Otras líneas de investigación aparecen como mas cool o más necesarias, pero consideramos que la única franja de estudio donde, debido a su obligatoriedad, podría ser posible el acercamiento al arte actual de manera no estereotipada, es en la Educación Secundaria Obligatoria. Si la población en general tuviese opción a debatir sobre al arte actual en algún momento de la ESO, seguramente durante el resto de su vida tendría una concepción mucho mas abierta con respecto al arte que se produce justo en el preciso momento que nos ha tocado vivir, que la que se tiene ahora.

Acción performativa en un centro de la ESO. NUBOL
Tenemos mucho trabajo por delante: creo sinceramente que necesitamos ser disruptivos en cosas cotidianas tales como decidir si es necesario o no meterse en un charco o si es necesario o no trabajar con Damien Hirst en clase. Hay que reflexionar sobre lo que nos han enseñado y, en muchos casos, romper con las dinámicas heredadas y abrir otros caminos para que ambas cosas dejen de ser subversivas e inusuales y se conviertan en realidades.

1 comentarios:

María Corcuera dijo...

Vaya, ahora ya no se si elegir el salto al charco o el baile de sombras. ¿Puede ser el salto al charco de mi sombra? Enhorabuena por el grupo y vuestro trabajo.

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