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2012 Caperucita y la LOVA: comprobando que las fronteras se deshacen y que la educación artística es un rizoma con patas




Durante los días 23, 24 y 25 del pasado mes de Marzo ha tenido lugar en Madrid un suceso singular, un encuentro donde profesionales de diferentes disciplinas (como la música, la danza, las artes visuales y las escénicas) y desde diferentes posiciones (padres y madres, gestores culturales, profesores, educadores de museos y un largo etcétera) nos hemos reunido para hablar sobre EDUCACIÓN CONTEMPORÁNEA. El encuentro ha recibido el nombre de #apren12 y ha sido organizado por dos instituciones muy preocupadas por llevar la rEDUvolution a la práctica.   
Una de estas instituciones, de la cual me he servido para hacer del título de este post un encuentro narrativo, es LOVA, acrónimo de “LÓpera como Vehículo para el Aprendizaje”, desde donde organizan acciones educativas superpotentes de manera que convierten a un grupo de estudiantes de primaria en una compañía de ópera donde cada miembro ejerce una función diferente: uno es el autor de la música, otro del libreto, otros interpretan dicha música, otros cantan, otros construyen el decorado, otros el vestuario, etc. El proyecto LOVA consigue muchas de las cosas que desde Pedagogías Invisibles estamos buscando: la invisibilidad del docente, la total toma de poder por parte de los estudiantes, el trabajo con lo narrativo frente a lo descriptivo, la conexión con el exterior (el resultado del proceso de un año académico se convierte en el estreno de una representación de media hora a final de curso), el trabajo por proyectos, la fusión de las diferentes partes del currículum, el posicionamiento de las artes visuales y la música en un lugar central, etc. La otra institución es Matadero Madrid, cada vez más preocupada por la educación como una práctica contemporánea de manera que en su programación podemos disfrutar de eventos, talleres y seminarios relacionados con la transformación de los agentes educativos que vivimos en Madrid y que estamos preocupados por cambiar la educación. Tanto Pedro Sarmiento, coordinador de LOVA como Javier Laporta, coordinador del Área de Educación de Matadero, son dos profesionales que comparten esta voluntad de cambio y, lo que es más importante, la llevan a la práctica organizando proyectos como este.

Pedagogías Invisibles supimos de la existencia de #apren12 por Twitter y enseguida tuvimos ganas de participar en un evento con el que compartíamos tantas cosas. En cuanto vimos que los espacios donde se desarrollaría el evento, las naves 16 y 16.2 de Matadero, posibilitarían completamente un formato disruptivo, empezamos a pensar. Nuestra participación consistió en una serie de microacciones dentro del encuentro, cuyo objetivo era, como no podía ser de otra manera, hacer visible lo invisible. 
Empezamos por transformar el primer momento, ese en que se inicia el contacto que un participante tiene con la organización del evento, de manera que diseñamos una chapa identificativa donde cada participante (la mayoría mujeres, claro) tenía que escribir su nombre y el tipo de ministerio del que se autoproclamaba ministra. Esta mircoacción resultó muy creativa (ese día nacieron ministras maravillosas como la Ministra de lo Inesperado, la Ministra del Movimiento o el Ministro de la Abundancia), nada estereotipada ya que cada participante se definía como quería y muy contemporánea desde el punto de vista estético gracias a la producción de Amanda Robledo Invisible.
Tras la autoproclamación, pasamos al Photocall de Ministras donde los cuerpos empezaron a calentarse. Empoderadas como legítimas ostentoras del poder, desde la alfombra roja las participantes tomaban posición saltando o moviéndose de manera performativa y es que, cuando un evento te recibe como protagonista, la transformación de los formatos está servida.
Y ese era el momento que esperábamos, las Ministras autoproclamadas, los cuerpos calientes: teníamos que empezar el #CONSEJO DE MINISTRAS. Las participantes de Pedagogías Invisibles nos subimos a la tarima (en este caso para que realmente los asistentes nos viesen mejor) y propusimos una fábula: nos encontrábamos en el año 2022, después de llevar a cabo la rEDUvolution en 2012, ahora teníamos todo el dinero y todo el poder. Era pues el momento de hacer un consejo donde visualizar los deseos invisibles, donde escribir los nuevos decretos que legislarían el mundo… Fuimos leyendo entre todas 25 decretos, por ejemplo, el decreto 2 #Destinamos el 95% del presupuesto a la educación, las artes y la creatividad, o el 4 #Todos los niños y niñas dejarán de hacer deberes y, además de jugar y descansar, se dedicarán a componer, bailar, videoartear y escribir novelas, o el 16 #Las manualidades no serán el único contenido de la clase de plástica (power point aqui) 
Fue un momento bastante emocionante donde descubrimos encantadas que los 120 participantes deseábamos lo mismo: un cambio profundo de lo educativo y, lo que es verdaderamente importante, deseábamos que ese cambio se operase en la misma dirección. La segunda parte del Consejo, consistió en que todas y cada una de las Ministras allí reunidas, redactaron sus propios decretos: con una fórmula de visualización que hemos utilizado este año en varias ocasiones, cada participante escribió sus decretos en diferentes platos de papel que se colgaron en la pared a modo de un enorme mapa de los deseos. Entre los cientos de decretos/deseos que se propusieron, seleccionamos algunos y los leímos en voz alta llenas de excitación y efervescencia. Entonces llegamos casi al final del día: se abrió lo que Pedro denomina Espacio Abierto y que verdaderamente lo es, ya que cada uno puede hacer lo que quiera. Las Ministras nos organizamos en diferentes grupos para trabajar sobre áreas problemáticas o temas que nos interesaban. 
El día 24 se destinó a la realización de micropresentaciones de 15 minutos por la mañana y a talleres de 2 y 4 horas por la tarde. Dentro de las micropresentaciones que tuvieron lugar de 12 a 14 horas, Pedagogías Invisibles tuvo su espacio en la casita número siete. La nave 16.2 es un espacio increíble: se ha recreado una especie de lugar de vacaciones dentro de la propia nave donde se extienden, diseminadas, una serie de cabañas (donde no caben más de 15 personas) rodeadas de árboles, césped y agua. Este espacio es ideal para debatir ideas y allí explicamos qué son las Pedagogías Invisibles a través de la modificación del espacio: los participantes entraban y encontraban el mobiliario organizado de forma tóxica. Tras preguntarles cómo se sentían, les invitábamos a cambiar su disposición: tras comprobar que la colocación de unas pobres sillas altera de manera radical las dinámicas de poder, explicamos también cómo funciona nuestro colectivo y los recursos que estamos generando. Por fin, el día 25 se retomó el Espacio Abierto iniciado el primer día y concluyó el encuentro sin final, es decir, de una manera completamente disruptiva y rizomática

Han sido tres días bestiales, de una enorme potencia creativa y empoderadora, hemos salido convencidas de que somos muchas las que trabajamos aula a aula por la rEDUvolutiondesde cualquier disciplina y desde cualquier contexto, pero con la feliz idea común de que no estamos solas: caperucita está con la LOVA en el Matadero rodeados de Pedagogías Invisibles. Ahí queda eso.


VIDEO DEL CONSEJO DE MINISTRAS/VIDEO DE LOS 164 DECRETOS Y MAS FOTOS AQUÍ 



2012: slow education o la importancia que tiene darle tiempo al proceso





Un año no es más que parte de un proceso más largo que no es otro sino nuestro proyecto de vida. Una parte en la que muchas veces nos olvidamos de darle tiempo al proceso para que lleguemos a los resultados que nos proponemos o simplemente para que 


lleguemos contentos. La sociedad capitalista en la que vivimos nos obliga a olvidar este hecho (lo importante que es darle tiempo al proceso) y nos condena a dinámicas de ansiedad donde la inminencia se cotidianiza. Una de las metas que me he fijado para este año que empieza es el desarrollo de lo que podríamos llamar slow education: la conciencia de ralentizar los tiempos, los formatos y los sistemas de evaluación en favor de procesos de enseñanza y aprendizaje tranquilos.  Además de fomentarla desde las instituciones, la slow education es muy importante fomentarla en familia para experimentar juntos momentos ajenos a la  crispación y al enfado. Así que para cerrar el 2011 y empezar el 2012 hemos organizado un TIF (Talleres Inesperados en Familia) basado en la idea de lo slow, como las buenas paellas.

El taller comenzó el día anterior a su implementación, cuando salimos a dar un paseo y elegir una buena pita, esas plantas carnosas típicas de lugares desérticos. La pita debía de ser grande, estar exenta así como rodeada de un paisaje inspirador. Dedicamos bastante tiempo hasta que dimos con la planta que necesitábamos. Esa misma noche, contamos cuántas personas participarían en el taller y nos dedicamos a recortar diez trozos de papel para cada una de ellas. Tardamos mas de una hora en realizar esta actividad en la que acabamos por organizar una cadena. Cuando calculamos que las dos familias vecinas habían llegado, distribuimos los papeles en cada casa. 

Al día siguiente, después de desayunar tranquilamente, cada participante escribió en los diez trozos de papel un deseo para el 2012: quienes no sabían o no querían escribir hicieron dibujos; hubo quien tuvo deseos políticos y quien los tuvo gastronómicos; hubo quien los tuvo filosóficos y quien los tuvo prácticos. En cualquier caso, todos nos tomamos nuestro tiempo, porque desear es algo muy importante. Tras escribir los deseos, cada uno de nosotros eligió un recipiente adecuado para por fin salir ir en peregrinación hasta la pita elegida y colgar los 111 deseos mientras los leíamos.

Resultó el taller mas largo y relajante que jamás habíamos hecho: comprobamos cómo, haciendo las cosas despacio, la conversación fluía, la creatividad se multiplicaba y el aprendizaje ocurría al tiempo que íbamos aprendiendo que los proyectos artísticos necesitan planificación, que las cosas cuando salen bien es porque llevan mucho trabajo debajo. Hacer las cosas despacio resulta una actividad política y enseñarles a nuestros hijos (o a nuestros padres o a nuestros alumnos) que hay que hacer las cosas despacio, convierte nuestra práctica en una actividad rEDUvolucionaria. 




Bienvenidos a un 2012…..SLOW

2011 Croquetas pedagógicas. ¿Puede una croqueta ser un recurso que impulse el aprendizaje?

El día 13 de Julio, en un impas en Madrid recién llegada de Tarragona y con un pié en Almería, ocurrieron varias cosas que vuelven a demostrar una vez más que, a. lo más innovador en educación sigue siendo algo muy cercano pero que permanece invisible y b. es necesario contaminar lo pedagógico por aquello que está fuera de la pedagogía. El caso es que organizamos una reunión en casa de Clara Rosa Rodríguez, la abuela de Clara Megias, la estupenda señora que dice “Miradas invisibles” en la cabecera del programa del mismo nombre o que abre la puerta de su casa y saca un billete de 6€ si quien contesta a la pregunta “¿Quién es?” resulta afirmar que es un pobre….. Y entre los comentarios sobre tesis doctorales, proyectos de investigación y eventos varios surgieron como de la nada suculentas croquetas, ricos huevos rellenos, una magnífica tortilla de patata y…..como no, un increíble gazpacho.

Reflexionando sobre las similitudes entre los actos pedagógicos y los gastronómicos, empecé a aderezar los unos con los otros de manera que surgieron términos como: croquetas pedagógicas, huevos curriculares, tortillas didácticas o gazpachos colaborativos…y pensé que introducir la comida como elemento disruptivo en el aula podía ser considerado como un hecho que va más allá de lo democrático (por que comer en la universidad española ha sido un acto cuando no directamente prohibido si que muy mal visto y dejar que los estudiantes coman o beban es ya en si mismo una actividad bastante innovadora) para empezar a ser considerado como un recurso que directamente mejora el aprendizaje….
Vinculamos la comida con un acto lúdico, relacionado con el placer y la pasión: cuando compartimos aunque sea un café con otra persona, nos relajamos, nos reímos, nos abrimos a los demás y dejamos que los demás se abran a nosotros, enlazamos ideas con mayor facilidad, nos volvemos mas creativos. Transformamos o al menos lo intentamos, el diálogo comunicativo en el diálogo analítico. Todo esto suele ocurrir en un bar o en el salón de una casa: ¿por qué no reproducir este efecto mágico en el aula? Por eso quizá las mejores ideas tienden a venir cuando estamos bebiendo o comiendo y, en líneas generales, cuando olvidamos la parte crispante del proceso educativo, los corsés, la rigidez normativa que nos impide movernos, que hace de nuestro cuerpo pasto del aburrimiento, que decapita nuestra pasión por el aprendizaje. Y resulta que, si comemos mientras disfrutamos de un acto pedagógico, resulta que potenciamos todo lo que acabamos de decir y que ¡parece increíble! está prohibido que hagamos en clase, en el museo, en la conferencia…..
Debemos de empezar a reivindicar el acto de comer como un recurso pedagógico disruptivo que impulsa el aprendizaje, además de por la introducción del gusto (ese sentido tan olvidado en el aula), por la enorme cantidad de metáforas beneficiosas que connota: relajación, conversación, creatividad, flujo, conocimiento, relación, colaboración…Creo firmemente en que debemos de luchar en pos de la CROQUETIZACIÓN del aprendizaje. Y si las croquetas son de la abuela de Clara, mejor que mejor.